Los días los paso bastante bien. La gente de la oficina es muy maja y amable conmigo, lo que siempre se agradece. Poco a poco me voy incorporando al trabajo. La casa está muy bien, la verdad. El dormitorio no es muy grande, solo cabe un armario grande y la cama. Eso sí, es enorme. El cuarto de estar es también muy espacioso. Es el sitio que estoy planeando para las visitas, cuando se produzcan, aunque todavía no tengo ni un mal colchón extra. Quizás la casa es más fresquita de lo que había supuesto. Estaba acostumbrado a construcciones más modernas en los países nórdicos. Jamás he pasado frío en una casa ahí y sí por ejemplo en Málaga. La calefacción la instalaron posiblemente después de la construcción del edificio. Y los instaladores la colocaron en un sitio fácil pero poco eficiente energéticamente. En los países nórdicos hace mucho tiempo que los radiadores se colocan debajo de las ventanas, porque crean una cortina que aísla y resulta más rentable. No es el caso de mi casa, pero no me molesta demasiado. Sólo durante las mañanas, cuando me levanto y tengo que ducharme. De repente me entra la pereza y digo, no por favor, quiero estar más ahí. Por lo demás es muy agradable acurrucarse en la camita, bajo los edredones y sentir la oscuridad y el frío exterior mientras se está protegidito.
Investigo la ciudad poco a poco. De momento no lo hago como turista, sino que voy a los asuntos prácticos. Intento solucionar los trámites con las autoridades, y de momento, va todo muy bien. Ya esto en el registro y eso me convierte en persona. Me han asignado médico, que espero no conocer. El oficial en la oficina de registro municipal, me preguntó hasta tres veces si prefería como médico de cabecera un hombre o una mujer, porque yo siempre daba a entender que qué diferencia hay, que me daba lo mismo. No sé si se trata de una cuestión cultural danesa o tiene que ver con la heterogeneidad de su población.
Ya me ha dado tiempo a investigar dos piscinas. Una es la que me recomendó Agus, No me costó demasiado tiempo descubrirla, porque la descripción era muy clara. Una piscina con forma de pista de atletismo, en el que la gente va nadando en el mismo sentido. La piscina de DGI-Byen. Además hay otras prestaciones como las de un balneario, el problema es que sale carísimo. Hasta ahora sólo voy por la mañana, que tiene un precio más asequible y hay menos gente. La otra está al lado de mi casa. Es genial, en 10 minutos llego andando. También tiene otras prestaciones carísimas, pero la piscina no está mal. Un poco estrecha, pero creo que tiene 25 m. Lo mejor es ir por la mañana cuando abren, porque si no hay demasiada gente. No es que me preocupe que me entorpezcan, porque normalmente soy yo el nadador más lento, pero es siempre más agradable que no te muerdan, literalmente, los talones. No me cuesta demasiado levantarme tempranito, así que me espabilo y voy. De todas formas echo muchísimo de menos mi rutina de natación diaria de Madrid
También hecho de menos a mi gente del grupo del sábado. Fueron tan increíblemente amables en su despedida. Todavía no me he puesto a encontrar un grupo para salir a correr, pero será estupendo para mi vida social.
Hay un gimnasio al lado de casa, a 5 minutos, pero 5 min de verdad. Y no es demasiado caro. Creo que me apuntaré, aunque ir solo me parece aburrido. No lo he hecho hasta ahora porque no tenía una cuenta bancaria. Una pena porque ya se ha pasado la oferta de año nuevo, esa de los buenos propósitos.
Planeo asistir a cursos de danés, más que nada porque resultará también muy beneficioso desde el punto de vista social. Así conoceré a más gente.
Un abrazo, 3j
2 comentarios:
Una piscina oval y todos nadando en el mismo sentido... ¡Qué país! Al contestatario que se pone en dirección prohibida, ¿qué le hacen? ¿Al trullo por kamikaze?
Ah, yo tengo los radiadores bajo las ventanas, pero siempre creí que era lo peor, porque la mitad del calor se me iba para afuera.
No, lo deportan a Groelandia... en bañador.
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